Según apuntan los datos del último Boletín de Estadísticas Laborales del Ministerio de Trabajo e Inmigración, de enero a junio de 2009 ha habido 142 muertes en el ámbito del trabajo menos que en el mismo periodo del año anterior. Estos datos, aun así, no son positivos, ya que en 2009 la cantidad de personas que estaban trabajando fue notablemente inferior a la de 2008.
En total, la cifra de muertes registrada ha sido de 400 de las cuales 296, se produjeron en el puesto de trabajo propiamente dicho y las 104 restantes, correspondieron a los denominados accidentes ‘in itinere’, es decir, los que se producen en el trayecto de casa al trabajo o viceversa.
Este estudio del Ministerio señala además que 116 de estas muertes fueron provocadas por infartos, derrames cerebrales y otras patologías no traumáticas de los trabajadores, mientras que 47 fueron debidas a accidentes de tráfico; 41 trabajadores murieron tras ser aplastados; 34 fallecieron al golpearse contra un objeto inmóvil; 33 tras colisionar con un objeto en movimiento y 25 por otras causas de distinta índole a las aquí mencionadas.
Estos desafortunados datos también develan que la peor parte se la llevaron los hombres pues, del total de accidentes que se produjeron entre enero y junio de este año, el 94,9% eran trabajadores del sexo masculino, mientras que las mujeres sólo representaron el 5,1% de la cifra total de muertes.
Por otro lado, esta estadística también se hace eco de los accidentes leves que causaron baja en el puesto de trabajo y revela que la cifra total fue de 298.127 hasta junio, un 31,8% menos que en el primer semestre de 2008.
En cuanto a las enfermedades profesionales, durante el periodo analizado se registraron un total de 9.189, de las que 5.417 causaron baja. Es decir, un 23,8% menos respecto al mismo periodo del año anterior.
Por sectores, la mayor parte de los accidentes mortales se produjeron en actividades no relacionadas con el sector agrario. Así, el sector servicios, por ejemplo, concentró 133 de los 400 siniestros registrados en total.
Por su parte, la construcción arrojó una cifra de 81 fallecimientos; en actividades industriales murieron 52 empleados y las actividades agrarias se cobraron la vida de 30 trabajadores durante el periodo analizado.
Este boletín desvela además que la comunidad autónoma más castigada por la siniestralidad laboral durante los seis primeros meses del año fue Cataluña, que registró un total de 57.980 accidentes de trabajo con baja y 47 fallecidos.
Tras ella se situó Andalucía con 53.640 siniestros y 34 fallecidos y la Comunidad de Madrid, con 48.643 accidentes leves y 35 que dejaron víctimas mortales.
El paro, lo que más influye
Una vez se dieron a conocer ayer estos positivos datos de la reducción de la tasa de siniestralidad laboral, la reacción de los sindicatos no se ha hecho esperar y achacan este descenso de cifras al aumento del paro y no a que se hayan producido mejoras en el ámbito de la prevención en riesgos laborales.
Otro motivo aludido por los diferentes sindicatos ha sido el hecho de que con la crisis muchos empleados aceptan condiciones de trabajo más precarias. Sin embargo, la irregularidad de muchos de los contratos hace que los daños que sufren estos trabajadores no sean registrados como derivados del trabajo, por lo tanto no constan en las ‘listas negras’ de siniestralidad laboral.
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