31 de marzo de 2010

Manifestación contra los accidentes laborales en Valladolid

La mañana del 30 de marzo, la rabia obrera se dejó ver y sentir por las calles más céntricas de Valladolid. Los y las manifestantes, convocados por el sindicato anticapitalista C.G.T., protestaron contra los riesgos laborales y el papel de las mútuas.

Stop Accidentes Laborales envía su saludo revolucionario a todas las personas que allí se manifestaron, animando a toda la clase trabajadora a protestar contra la falta de medidas de prevención en los lugares de trabajo.

29 de marzo de 2010

Últimas muertes por accidente laboral

25 de marzo
Donostia

Dos trabajadores murieron mientras se dedicaban a hacer trabajos de mantenimiento en la A-8. Los operarios fueron atropellados por una furgoneta en esta autopista a su paso por Zaldibar. Además, otro trabajador resultó herido grave. El siniestro tuvo lugar sobre las 13.15, en la parte de la vía rápida en sentido a Donostia.

26 de marzo
Móstoles (Madrid)

Un operario de 30 años perdió la vida esta mañana, al precipitarse al vacío desde una altura de 30 metros. El hombre se encontraba trabajando en la cubierta de un edificio, situado en la calle Magallanes de Móstoles.


La finalidad del blog

La idea de crear un blog puede estar motivada por varias razones, como compartir ideas, contar historias, ganar dinero, informar o mostrar tu opinión sobre un tema. Este blog (en el ámbito del estado Español), junto a http://prouaccidentslaborals.blogspot.com/ (más local), se abrieron con el objetivo de informar sobre los accidentes laborales y denunciar la explotación y la falta de medidas de prevención en los lugares de trabajo.

Como yo me considero una persona de izquierdas con ideas revolucionarias, sería muy difícil para mí hablar de siniestralidad laboral sin hablar de capitalismo y, claro, no tendría ningún sentido referirse
al contradictorio y autodestructivo sistema capitalista sin reivindicar la lucha de la clase obrera, como herramienta antagonista que dará el golpe final a este sistema. Estos blogs, por tanto, no fueron creados con la única finalidad de informar sobre los accidentes laborales (esto es lo mínimo que podía hacer) ni para quedarse al margen de la subjetividad. No sería normal que una víctima del terrorismo patronal no opinara con criterio sobre el tema.

El sentido, entonces, y la verdadera finalidad de estos blogs es luchar contra un sistema asesino que se alimenta del sudor y la sangre de las trabajadoras y trabajadores y sus familias. Prou accidents laborals y Stop accidenteslaborales tienen el compromiso de aportar su grano de arena y de implicación en la construcción de las armas que acabarán con este monstruo, en una batalla de ideas en la que nunca claudicaremos porque, una vez adquirida la conciencia de clase, ya no se deja de luchar ni de pensar.

22 de marzo de 2010

En primera persona (anécdotas y experiencias)

A continuación, podréis leer una nueva entrega de En primera persona (anécdotas y experiencias). Este nuevo relato os parecerá sacado de una película de los Hermanos Marx o algo parecido. Se titula A la jaula y muestra hasta qué punto de irresponsabilidad puede llegar un empresario, con tal de ahorrarse dinero.

A la jaula

Una pletina metálica, cuatro barras de hierro, una cadena y unas chapas a modo de valla de seguridad. Dimensiones: un metro cuadrado. A simple vista, esta especie de invento llamado jaula iba a ser todo un éxito. Pero ¿para qué servía? Para montajes de altura, en nuestro caso, chimeneas de chapa. Para utilizar este artilugio de “último modelo” era necesario meterse dentro, engancharlo de una cuerda y elevarse por la fachada de un edificio, como si de un ascensor o plataforma elevadora se tratara. Arriba, en la terraza, una o dos personas se encargarían de amarrar la cuerda y tirar de ella (a mano) para subir la jaula y al operario que la ocupaba. Increíble. Todo un invento. Ahora sólo faltaba que llegara el momento adecuado para poner en práctica toda esta teoría.

Pasaron un par de días y el esperado momento llegó. Una plataforma elevadora (bautizada como jaula) iba a facilitarnos la dura tarea de montar una chimenea de chapa. Este artefacto no había sido sometido a ningún tipo de control. Sobraba con la aprobación de Blas, el jefe y el encargado, Julián: “esto aguanta”, dos palabras muy sabias que nos llenaban de tranquilidad y confianza, jaja. Ahora faltaba saber quién sería el valiente y temerario que subiría a la jaula. El voluntario, como siempre, Javier (Harry el Sucio) que, a pesar de ser el más veterano, era también el más pringao i sumiso a los mandatos de sus superiores. Nos metimos en la furgoneta Blas, Javier, dos operarios más, la jaula y yo; y nos dirigimos a la obra.

Cuando llegamos, comenzamos a montar el tinglao. Cuerda por aquí, cuerda por allá, ata esto aquí, aguanta tú esto acá y tú ¡súbete ya! Parecíamos profesionales y todo. El encargado de la obra flipaba con tanto avance tecnológico (made in chapuzilandia) Cuando estábamos cada uno en nuestros puestos, comenzamos a montar la chimenea, soporte a soporte y tubo a tubo. En cuanto a nuestros puestos, un compañero y yo estábamos en la terraza controlando que las cuerdas no se rompieran ni se desataran, subiendo manualmente a Javier en la jodida jaula y aguantando un sol de agosto muy poco amigable. En la parte de abajo, Blas contemplaba la situación y amarraba los tubos para que nosotros los elevásemos con otra cuerda y los colocásemos cerca de Julián y de la maldita jaula, para que éste los fijara a la fachada.

¿Piensan que fue un éxito? ¿Fue la jaula el invento del siglo? ¿Montamos la chimenea en tiempo récord?

La respuesta a todas estas preguntas es NO. Un claro y rotundo NO. La especie de jaula no dejaba de balancearse de un lado para otro, por lo que el valiente Javier (Harry el Sucio) no fue capaz de fijar más de dos soportes a la fachada. Las cuerdas estaban bastante deterioradas y no se partieron de milagro. Además, las chapas colocadas a modo de valla protectora no eran lo suficientemente altas como para superar la altura de la cintura del operario. Total, un verdadero desastre. Lo único que pudimos hacer es recoger y marcharnos. Increíble, pero cierto, pero más insólito aún fue la dejadez e indiferencia que mostró el jefe de obra ante tal burla a las medidas de prevención de riesgos laborales. ¿Cómo es posible que se improvise de tal manera con un tema tan serio? Será que, claro, el dinero es lo que cuenta, así que si se puede ganar tiempo y dinero con un invento casero… "no será tan malo", repetía una y otra vez mi jefe. Para mi asombro, la jaula se volvió a utilizar (con algunas “mejoras”) en diferentes obras y, por suerte, no paso nada. Yo ahora pienso que la suerte es mía por no trabajar allí más.

21 de marzo de 2010

Dos accidentes mortales en Andalucía

Esta última semana se han producido dos muertes en Andalucía. A continuacción mostramos los detalles.

El primer accidente mortal tuvo lugar en la tarde del 18 de marzo, en el municipio granadino de Pinos Puente. Un trabajador falleció y otro resultó herido leve tras ser arrollados por una máquina excavadora. La víctima mortal tenía 36 años y era vecino de Atarfe (Ganada)

En otro accidente laboral, un joven de 24 años, y natural de Albacete falleció tras sufrir una descarga eléctrica. Su compañero, aunque salvó la vida, se encuentra grave por quemaduras. Las víctima estaban trabajando con una grúa en la carretera A-302,que enlaza Linares con Jabalquinto. Intentaban reparar un cable de alta tensión cuando, por causas que se desconocen, el brazo articulado de la grúa subió de altura, rozó con el tendido y provocó una fatal descarga eléctrica de unos 45.000 voltios.

19 de marzo de 2010

En primera persona (experiencias y anécdotas)

Trece años trabajando en la fábrica y en diferentes obras me han aportado muchas historias que contar, relacionadas con la explotación laboral y el tema de la prevención. Mi accidente no ha sido la única experiencia impactante. Dicha experiencia fue precedida por numerosas anécdotas que pronosticaban un accidente de estas características (o más grave).
El primer texto de esta sección es una crítica a los comportamientos hipócritas de empresarios y encargados. No mencionaré el nombre de esta empresa ni de los personajes. El resto de datos no han sido manipulados ni exagerados.

1. Primeros cortes

Comencé a trabajar a los 18 años, en 1996. En aquella época no tenía muchas ganas de estudiar y, como quería saber qué se sentía al recibir un sueldo, empecé a vender mi fuerza de trabajo (a un precio muy reducido) a un empresario “campechano” y explotador, en una fábrica donde el material más importante era la chapa galvanizada. Como todas y todos sabemos, la chapa corta, sobretodo, si la tienes que manipular y transportar con las manos. Por lo cual es conveniente usar equipos de protección individual, como guantes, botas… El problema es que estos artilugios de protección no estaban en el vocabulario de mi jefe ni, por tanto, en la fábrica.

Una tarde, cansado de hacerme tajos con la maldita chapa, decidí pedir unos guantes. La respuesta fue la siguiente: “a ver si vas a ser maricón…el que va con mujeres acaba mojando i el que trabaja con chapa se acaba cortando”. Así de claro me lo dejó el encargado, una de las personas más fachas y retrógradas que jamás he visto. Yo, tan inocente y principiante, lo dejé estar y con el tiempo me acostumbré a la sangre, el betadine y los puntos de sutura. Si algún día llegaba a casa sin ninguna herida, quería decir que no había pegado palo. Y así durante unos diez años, pecando de la ingenuidad e inmadurez típica de un joven que sólo pensaba en cobrar y salir de fiesta.

Al cabo de diez años, alguien en la empresa descubrió que si usas guantes evitas cortarte con la chapa (¡vaya! todo un descubrimiento para mentes de la Edad de Piedra) y, ondeando la bandera de la prevención, el empresario y el encargado comenzaron a preocuparse por nuestra seguridad. Eso, al menos, era lo que nos querían hacer creer, ya que, en realidad, su única preocupación era evitar inspecciones y problemas. Ya ven, hipocresía y falta de sentido común: si llevas los guantes puestos puedes evitar los cortes, pero si esta es la única medida de prevención, no se evitarán los accidentes laborales. Se necesita más implicación.

Al año siguiente, si no recuerdo mal, el 2007, asistimos a nuestra primera charla sobre prevención de riesgos profesionales. Los trabajadores prestamos mucha atención. Ahora bien, la actitud del empresario era bien distinta. Se pasó toda la hora que duró la charla informativa interrumpiendo y bebiendo cerveza. Y es que el hombre todavía piensa que los que deben implicarse en materia de prevención son, solamente, los trabajadores y, claro, con una mentalidad así vamos bien.

La primera parte de En primera persona (experiencias y anécdotas) acaba aquí. Seguiré escribiendo con la pluma de la crítica y la experiencia. Os aseguro que tengo mucho que contar.

Salud

17 de marzo de 2010

Mi accidente laboral

Como ya sabéis, los que me conocéis o los que habéis leído el mensaje de bienvenida, este blog, junto a su versión en catalán http://www.prouaccidentslaborals.blogspot.com/, fue creado a raíz de un accidente laboral. A continuación, os dejo el relato de mi accidente que lo he titulado...

...accidente laboral en primera persona

El 16 de marzo de 2006, la realidad me mostró su peor cara. El monstruo del capitalismo, que tantas veces me enseñó los dientes, me clavó sus colmillos para dejarme clara cuál es mi posición en este juego.

Esa mañana, en la fábrica donde trabajaba, una de tantas fábricas donde la peste a explotación es el aroma que las caracteriza, un hecho “inesperado” tuvo lugar. Serían las nueve de la mañana y las prisas, el mal estado de una máquina y la falta de medidas de prevención se pusieron de acuerdo para que los dientes de un enorme engranaje me mordiesen la mano. Lo que sucedió después del “bocado” lo recuerdo como una sesión de diapositivas extrañas que, aunque parecían irreales, yo sabía bien que no se trataba de un sueño. Las endorfinas me acompañaban con el objetivo de bloquear el miedo y los nervios. Camino del Hospital de Alicante, todo parecía más real.

Al llegar al Hospital, caras conocidas y asustadas; y mucha, mucha sangre. Allí sólo pudieron quitarme el guante y, sin perder de vista el dedo índice de la mano izquierda, me metieron dentro de una ambulancia camino de Valencia. El viaje, marcado por la sirena y los efectos de los calmantes, me pareció corto.

Ya en el Hospital de Recuperación y Rehabilitación de Levante, en Valencia, me ingresaron para someterme a la primera de cuatro intervenciones quirúrgicas. El equipo médico era impecable. El reconocido
Dr. Pedro Cavadas estaba al mando. No obstante, no era nada fácil. El dedo índice estaba fuera de la mano, el dedo corazón era sólo piel y carne y mi cara, un reflejo de la impotencia. Llegados a este punto, los hechos me parecían, al fin, la pura realidad.

Este día fue el primero de un largo periodo de baja. Un año y un mes. Un año… ¿sabático? ¿Tal vez de relax? ¿Un año descansando? NO. Todo un maldito año luchando para cobrar a final de mes, para no firmar ningún documento trampa de la empresa. Luchando contra la mutua para que me pagara el taxi desde Alicante a la consulta, en Valencia. Trece meses sin una triste llamada telefónica por parte de mi jefe. 400 días de abogados i mutua, esperando una indemnización ridícula y recurriendo la sentencia de un inspector amaestrado i sobornado que afirmaba que yo era tan culpable como la máquina plegadora vieja y sin homologar, que no cumplía con ninguna de las medidas de prevención. Con una sentencia de este tipo era muy difícil salir con éxito de un proceso judicial. Según el abogado laboralista, un profesional con experiencia, podría incluso perder dinero. Mi situación económica no era nada favorable, así que decidí no ir a juicio.

En conclusión, este accidente me marcó notablemente. A veces pienso que no lo hice bien, que debí haber denunciado. Pienso que no debí conformarme con la indemnización. Tal vez la falta de información o el miedo a perder el empleo, no sé… De todas formas, de los errores se aprende. Es por ello que debemos conocer nuestros derechos para actuar con conciencia.

Todavía hierve la rabia cada vez que cierro los ojos y me acuerdo de todo. Una rabia que ha encendido, todavía más, mis ganas de luchar, de cambiar las cosas, de no callar y de seguir llenando este blog con palabras combativas y de denuncia. Una rabia que he decidido aprovechar y convertirla en mensaje.

Salud

12 de marzo de 2010

Miércoles 10 de marzo. 4 obreros muertos

El pasado miércoles fue una jornada trágica. Cuatro personas más se dejaron la vida en el trabajo.

Velez Málaga, dos muertos

La primera es un marinero que cayó al agua mientras estaba faenando. El accidente ocurrió sobre las ocho de la mañana en un barco de la flota de cerco con base en el puerto de Caleta de Vélez. En la embarcación había ocho marineros más.

El segundo accidente mortal se produjo a las 15.22 horas en Vélez. Un albañil cayó desde una altura de 10 metros. Falleció como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico severo. El suceso ocurría en el número 9 de la calle Malagueñas de la ciudad.

Trabajaban sin contrato

Según ha denunciado CC.OO. estas dos últimas víctimas ejercían una actividad en la economía sumergida y no tenían medidas de seguridad. El sindicato anunció, además, que presentará una denuncia ante la Inspección de Trabajo para que investiguen las causas.

Dos muertos más en Galicia

El tercer fallecido del día en accidente laboral en el Estado Español estaba talando un arbol, en el municipio lucense de Vilalba. El trabajador murió en el acto cuando dicho arbol le aplastó. Los efectivos sanitarios no pudieron hacer nada por salvarle la vida.

Además, en la localidad coruñesa de Mesía, un hombre de 55 años perdió la vida al quedar aplastado por su tractor después de volcar en una zona de monte.

Cuatro muertes más para un més de marzo que ha comenzado trágico.

11 de marzo de 2010

Sin medidas de seguridad, sin contrato y sin cobrar


Un nuevo caso de explotación masiva en Onda (Castellón) pone de manifiesto las lamentables condiciones laborales que deben soportar, en este caso, los que vienen a ganarse la vida a nuestra tierra.

Un empresario rumano ha sido denunciado por dos de sus cien empleados por haberlos explotado y estafado durande cuatro meses. Los cien trabajadores y trabajadoras se dedicaban a recoger naranjas en varios campos de Onda, donde vivían desde noviembre hacinados en pisos. Estas personas trabajaban todo el día sin medidas de seguridad, sin contrato (cosa que desconocían) y sin cobrar, ya que el empresario y su mujer se quedaban con todo su dinero.

Un accidente laboral fue clave para denunciar

En enero, uno de los trabajadores sufrió un accidente laboral que le causó heridas en un dedo de la mano. El empleado se dirigió al Centro de Salud más cercano, donde le remitieron a la mutua de accidentes. Entonces, el accidentado se puso en contacto con la Asociación de Rumanos de Onda. Cuando el personal de esta asociación le pidió su número de cuenta bancaria, descubrieron que el empresario era titular de las 100 cuentas abiertas a los trabajadores. Además, tenía en su poder las 100 cartillas.

En estos momentos, el caso está siendo investigado y el empresario ha sido denunciado por un delito contra los derechos de los trabajadores y por estafa.

9 de marzo de 2010

Castilla, Galicia y Euskadi...3 accidentes mortales en otro viernes negro

El pasado viernes 5 de marzo, tres trabajadores murieron en el Estado Español tras los hechos que se narran a continuación.

Palencia
Una persona de 53 años, operario de la empresa Maquibasa S. L, pierde la vida tras ser arrollado por un tren. Los hechos ocurrieron a la 1:30 horas de la madrugada, en el punto kilométrico 278,950 de la línea férrea Madrid-Ferrol.

Vilaboa(Pontevedra)
Un obrero de 40 años fallece al caerle encima el dintel de una ventana, en una vivienda de Acuña (Vilaboa). El trágico accidente ocurrió a media tarde, cuando una piedra de dos metros de largo por cuarenta centímetros de ancho le golpeó la cabeza. El trabajador portaba el casco en ese momento. Sin embargo, el impacto no pudo ser absorbido.

Alegia (Guipuzkoa)
Un trabajador de 61 años, vecino de Lasarte-Oria, muere al caer desde varios metros de altura en circunstancias que están siendo investigadas. El suceso tuvo lugar a las 15:45 horas, en el polígono industrial de Errotaldea Fabrensa, situado junto a la carretera de Alegia hacia Amezketa.

Esperamos que las causas sean investigadas en profundidad y sin ningún tipo de trampa.

5 de marzo de 2010

Últimas muertes en accidente laboral


Albuñol (Granada)
Miércoles, 3 de marzo


Muere un trabajador al volcar la máquina excavadora que manejaba en unas obras cerca de la carretera nacional N-340. El accidente se produjo sobre las 19:23 en el kilómetro 369 tramo de dicha carretera.

Miembros de UGT Granada se han concentrado esta mañana, 05/03/10 a las 12, frente a la sede del sindicato, donde unas 200 personas han guardado cinco minutos de silencio.
Se denuncia la falta de medidas de prevención. El terreno era arcilloso y no consta que haya habido un estudio geotécnico previo. Además, no había un operario señalista, el lugar de trabajo no estaba señalizado y el accidente se produjo fuera del horario laboral. Podemos añadir, también, que había anochecido y la iluminación no era la apropiada.

León
Jueves, 4 de marzo


Juan Francisco García Medina, un operario de la empresa adjudicataria del servicio de Jardines del Ayuntamiento de León, perdió la vida ayer a consecuencia de un nuevo accidente laboral. Se encontraba realizando labores de limpieza con un vehículo pala junto al río Bernesga, a la altura del Puente de los Leones. Fue entonces cuando se produjo el fatal accidente. El trabajador se precipitó al río y falleció.


Vilanova i la Geltrú
Viernes, 5 de marzo


Un operario ha fallecido hoy en el Instituto Municipal de Educación y Trabajo de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) a las 14:30, al caerle encima un ascensor. El trabajador se encontraba realizando labores de mantenimiento.

3 de marzo de 2010

Tres nuevos accidentes mortales.

02 de marzo de 2010

Un obrero murió y otro resultó herido en la mañana del martes en un accidente laboral en Pliego, provincia de Murcia.

Los hechos ocurrieron sobre las 09:45 cuando los dos trabajadores cayeron desde la cubierta del pabellón polideportivo municipal de Pliego. El operario herido pudo llamar al 112 para avisar del accidente. El Servicio Murciano de Salud no pudo hacer nada para salvar la vida del otro trabajador.

El incidente ha sido comunicado al Instituto de Seguridad y Salud Laboral de la Región de Murcia.

Por otro lado, un trabajador de 34 años perdió la vida esta madrugada del lunes al martes tras recibir una descarga eléctrica. El operario, un vecino de Móstoles, se encontraba reparando la catenaria en la estación de tren de Sant Vicenç de Calders, provincia de Tarragona, cuando, sobre las 2:44 de la madrugada, una descarga le sorprendió. Las causas están siendo investigadas.

Además, un camionero de 50 años falleció este lunes, atropellado por su propio camión cuando se disponía a descargar combustible en una panadería de Alcoi. Al colocarse a la parte trasera del camión para descargarlo, el vehículo se deslizó hacia atrás por causas que se desconocen y aplastó al conductor contra la puerta de la panadería.

Diez trabajadores heridos en una explosión en Ceuta

Uno de los heridos permanece en estado crítico.

Según la Delegación del Gobierno en Ceuta, la explosión se ha producido pasadas las 20,30 horas de ayer martes. Los operarios estaban manipulando el material sobrante de unas voladuras que se están realizando en las obras de la nueva cárcel de Ceuta.

Uno de los trabajadores, de 52 años, ha perdido la visión de un ojo, varios dedos y presenta numerosas lesiones. Su estado es crítico y se teme por su vida.
Otros dos operarios permanecen en la UCI en estado grave.
Cinco de los otros siete heridos han sido dados de alta.

1 de marzo de 2010

Historia de rabia

1 de marzo de 2010

Día gris, monótono y aburrido en la obra. El sentimiento de insatisfacción y rabia se olía, se respiraba y te ahogaba al llegar a los pulmones, pero ¿rabia? ¿Por qué? Por lo de siempre. Rabia por las horas impagadas, por las constantes amenazas, por las prisas asesinas y la dejadez de los de arriba. Rabia por el peligro, por la falta de medidas de seguridad, por las condiciones en la que se encontraba la obra: agujeros sin señalizar; escaleras sin barandilla, sin escalones y sin iluminar; el suelo lleno de piedras, hierros oxidados; aseos insalubres… Sin embargo, todo esto estaba dentro de la “normalidad” y todo iba como siempre. Los albañiles en el andamio; los fontaneros con los tubos, los electricistas pasando cables… y el encargado controlando que nadie agachara la cabeza.

Nosotros estábamos montando una enorme chimenea de chapa que íbamos uniendo, conducto a conducto, entre planta y planta. Dado la peligrosidad de nuestra tarea, esta vez no nos tocó a nosotros. Las víctimas, en este caso, fueron los albañiles o mejor dicho, un albañil. El joven, de unos 25 años y de nacionalidad dominicana, sufrió un accidente laboral que casi le cuesta la vida. Los lamentables hechos ocurrieron así:

Los albañiles tenían la asignada la labor de enlucir las paredes de ladrillos que rodeaba el hueco del ascensor. Para ello debían fabricar un falso suelo, ya que a dichas paredes no se podía acceder. Había un hueco de unos 15 metros de profundidad (3ª planta) y de unos 3 metros de ancho. Entonces, el encargado de la obra, un tipo bajito y arrogante, ordenó a los obreros que pusieran unas tablas de madera que, según él, eran muy resistentes, para colocar el andamio encima y, así, realizar el trabajo. Los albañiles no estaban de acuerdo con respecto a la resistencia de las tablas, pero él insistió: -“Vamos que tenemos prisa”. Otra vez las prisas, otra vez las medidas de seguridad improvisadas y otra vez el mismo tipo de víctima. El encargado, claro está, no comprobó la firmeza de los tablones, puesto que ya hay otros para hacerlo. Por lo tanto, manos a la obra. El andamio de una planta se montó sobre las tablas y los operarios comenzaron a enlucir los muros. Las horas pasaban y todo parecía ir bien. Sin embargo, algo “inesperado” estaba por llegar. Cuando uno de los obreros, el joven dominicano, bajó del andamio, se oyó un ¡crack!, una de las maderas “resistentes” que sostenían el andamio y los trabajadores se partió y nuestro compañero cayó inevitablemente al vacío. Todos bajaron para comprobar su estado. El sentimiento de rabia e impotencia era unánime. Se lamentaban una y otra vez, clavando la mirada de odio al encargado. Se vivieron momentos de tensión. Por suerte, el accidentado seguía con vida. Tenía la mandíbula partida y fracturas por todo el cuerpo. La ambulancia se lo llevó al hospital. Los compañeros se encargaron de llamar a su familia para darles la noticia.

Ese día, los compañeros no trabajaron. Durante esa semana se convocaron paros para protestar. La inspección llegó al día siguiente, pero la obra parecía otra. Todo estaba perfecto. Las medidas de prevención se cumplían. No había peligro por ningún lado. En la escalera, ya iluminada y con escalones, había un operario colocando una buena barandilla – no vaya a ser que alguien se caiga. El suelo de la obra estaba siendo limpiado de obstáculos peligrosos y los aseos estaban limpísimos. La que estaba sucia era la mente del encargado, quien estaba pensando cómo quitarse la culpa de encima. Lo que sucedió después, no lo sé. Nosotros acabamos la obra y nos fuimos a otra. Otra obra distinta, pero igual. Las mismas medidas de seguridad inexistentes, el mismo tufo a explotación y los mismos actores en el mismo decorado. Sólo cambiaba yo. Ese día sentía más rabia y mi conciencia obrera, forjada con la experiencia, se sentía más madura y fuerte.

Nueva muerte por accidente laboral

1 de marzo de 2010

El viernes se produjo una nueva muerte en accidente laboral. Un trabajador del Concello de Xermade, municipio de la Terra Chá situado entre Vilalba y As Pontes (Lugo), murió a consecuencia de una caída, mientras realizaba tareas de acondicionamiento de unas márgenes fluviales.
El fallecido es Roberto Pernas Pico, de 47 años de edad y vecino de la parroquia xermadina de Burgás.